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El ser humano siempre ha estado en busca de satisfacer necesidades recreativas, gusta de hacer actividades que se consideran más un placer que una necesidad de supervivencia, el uso de sustancias recreativas es una de esas ellas, entre las cuales también encontramos fumar tabaco.
En el proceso de evolución de las civilizaciones hemos encontrado muchas formas de fumar esta planta tan conocida alrededor del mundo, no es casualidad que, sin conocerse, una gran cantidad de civilizaciones, a muchos kilómetros de distancia, se encontraban quemando esta planta con el objetivo de que cada bocanada de humo inundara sus papilas gustativas con su característico sabor de manera simultánea.
Un ejemplo de esto es la conocida shisha, que comenzó siendo una sencilla nuez de coco y dos caños atravesados, uno que servía para inhalar el humo, y en el otro se improvisaba una especie de cazoleta para depositar el tabaco. Es una sencilla pipa de agua.
Actualmente se compone de un mástil, una cazoleta, una base, y al menos una manguera[1]. El mástil es lo que le da la forma a la shisha, mientras que la base es la que le da soporte y contiene el agua. En la cazoleta se deposita el tabaco y la manguera es lo que hace posible inhalar el humo que recorre por toda la shisha. La mayoría de las shishas modernas también contemplan una válvula de aire, o purga, que sirve para liberar el exceso de humo dentro de ellas.
A lo largo de los años se le ha conocido como: Narguila, hookah, shisha, cachimba, o galyan, muchos nombres de distintas civilizaciones, principalmente de oriente, para designar el mismo artefacto que les permitía a las personas disfrutar de una sesión de tabaco un poco más larga.
Esto demuestra también que sus orígenes no se reducen a una fecha o lugar específicos, puesto que este artefacto puede rastrearse hasta el ancestral Egipto y el antiguo ejército otomano.
Lo curioso del descubrimiento del tabaco que se utiliza para la shisha, comúnmente conocido como moassel, es que fue accidental. El moassel es un tipo de tabaco mezclado con melaza o miel que es utilizado para fumarse en shishas. Entre los fabricantes de shishas y tabacos ha circulado siempre la historia de un egipcio que cenaba en una reunión con varias personas y accidentalmente derramó su postre sobre el tabaco que iban a fumar acabada la cena. A pesar de esto, se decidió a fumarlo, observando que el resultado le daba al tabaco un sabor exótico, agradable, al mismo tiempo que lo hacía más duradero.[2]
Más tarde, después de haber tenido mejoras, a comienzos de la segunda década del siglo XX, la marca Nakhla comenzó a comercializar el moassel por primera vez de forma oficial. Esta marca fue fundada por Mohamed Saleh El-Ibiary y actualmente es una de las más conocidas en la comercialización de este tipo de tabaco.
En retrospectiva, el origen de la shisha y el tabaco que se utiliza en ella es curioso porque retrata la afición del ser humano de estar en constante búsqueda de sabores y sensaciones que puedan generarle placer, como fumar tabaco con buenos sabores, con artefactos complejos como la shisha.
En Rahid puedes encontrar una gran variedad de shishas, carbones y accesorios que se fabrican bajo los ideales de redescubrir las mejores formas de disfrutar el tabaco siguiendo este enlace: https://rahid.co/collections/hookahs
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[1] Machicado, I. (2020). Hookah Battle. Obtenido de El origen de la cachimba: https://hookahbattle.com/es/el-origen-de-la-cachimba/
[2] Serrano, R. (2018). Pipa de agua. Obtenido de Shisha: Historia y orígenes: http://pipadeagua.es/shisha-historia-y-origenes/