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La sociedad actual está acostumbrada a observar al cannabis como una sustancia ilegal, tenemos muy normalizado su concepto de sustancia nociva para nuestra salud mental a pesar de que conocemos, al menos de oído a oído, sus propiedades medicinales y usos más allá de lo recreativo.
Incluso se podrían rastrear este tipo de usos hasta el año 7,000 a.C. en el que esta planta era utilizada con fines textiles, medicinales y recreativos[1], además de eso, es conocido que el papel de cáñamo era el principal en la impresión hasta el siglo XIX aproximadamente[2]. Entonces ¿Por qué es ilegal?
Mucha de nuestra historia legal y comercial se entrelaza con la de Estados Unidos por la cercanía territorial que siempre hemos tenido, además de los fuertes lazos políticos que se han afianzado desde el nacimiento de ambos Estados, entonces, muchos de los estudios históricos que hablan acerca de la prohibición del cannabis mencionan que la inmigración masiva hacia los Estados Unidos tuvo algo que ver.
Esto tiene sentido pues a principios del siglo XX la economía de los Estados Unidos era sumamente atractiva para las personas que vivían en otros países, fue en esta época en la que se consolidaba “el sueño americano”. Esto dio paso al surgimiento de sentimientos racistas y xenófobos hacia los inmigrantes que, principalmente, eran mexicanos. El resultado de estos sentimientos hacia los inmigrantes fue que se empezaban a asociar con el uso de drogas como el cannabis, a lo cual aportó mucho la prensa amarillista y la propaganda[3].
Al mismo tiempo el uso de la cocaína y heroína aumentaba en diferentes latitudes del globo, así que se fueron creando leyes de prohibición, en EUA nace el Buró Federal de Narcóticos en 1930 aproximadamente, y se empieza a reunir evidencia de los efectos nocivos del cannabis para la salud, a tal grado de considerarse como droga categoría I (a la par de la cocaína)[4].
En México, el uso del cannabis era más común y estaba menos cargado de sentimientos despectivos, pero nuestras leyes debían ir de acuerdo con los intereses de Estados Unidos por la afinidad geopolítica que se guardaba desde entonces. Alrededor de 1916 pasa a ser una droga de uso común a una ilegal, y cuatro años después se publican en el Diario Oficial de la Federación las disposiciones sobre el cultivo y comercio de productos que degeneran la raza[5] siendo esta la primera declaración de guerra a las drogas.
La historia de la penalización del cannabis está llena de altibajos, pues durante el gobierno de Lázaro Cárdenas se descriminaliza su uso y se propone tratar a los adictos como pacientes y no como criminales. La prensa americana, por obvias razones condena este pensamiento, bajo los preceptos de que el cannabis puede ser el drug gate, o la droga puente hacia otras sustancias nocivas para la salud.
Lo que observamos alrededor de todo esto es que la principal causa de penalización del cannabis es la paranoia colectiva aunada a los sentimientos xenófobos de un país que tiene bastante injerencia sobre el nuestro, cuando realmente las probabilidades de daño son menores que el uso de otras sustancias legales, como el alcohol.
Además de que los usos de la planta son diversos y van más allá de la recreación, la historia nos cuenta que es ilegal, en parte, por las condiciones geopolíticas de México, por los intereses de algunas corporaciones, de los medios de comunicación masiva y el miedo de las masas.
[1] Pérez Ortega, Rodrigo. 2017. La prohibición de la marihuana en Estados Unidos y México, una historia donde la ciencia tuvo poco que ver. Ciencias, núm. 122-123, octubre 2016-marzo, pp. 122-127. [En línea].
[2] Ídem
[3] Ídem
[4] Ídem
[5] Ídem